La historia de calidad de nuestro Pato (Palencia)

Tres hermanos nacidos en Montpellier se instalan en el pueblo palentino de su padre para elaborar foie y otros productos de patos de su granja, a los que alimentan de forma natural - sin rastro de fármacos ni hormonas de crecimiento – y crían durante 84 días, superando así los estándares de calidad de la denominación francesa Label Rouge (la de más alto rango que existe en Francia).  

La elección de la Laguna de la Nava, en los campos de Palencia, responde al hecho de que los patos y otras aves escogen desde hace miles de años este lugar para invernar, dejando claro que el entorno es climatológicamente adecuado para criar estos animales.

El proceso del embuche se realiza de forma artesanal, lo que requiere mucha mano de obra, en constante formación, y un saber hacer que los hermanos aprendieron en Francia. Se lleva a cabo con maíz en grano no modificado genéticamente y en jaulas colectivas, lo que permite que sea el propio metabolismo del pato el que controle su digestión. Tanto en la granja como en la fábrica se procura respetar y mantener el medio ambiente, con técnicas de cría y ganadería que se integran en la naturaleza, en colaboración con institutos agrarios locales.

 El conocimiento del origen de cada pato y de su histórico, así como una trazabilidad auditada en todos los tramos del proceso, aseguran la calidad del producto, 100% natural (sin ninguna clase de aditivos sintéticos o químicos).  

La cría extensiva de los patos, el embuche tradicional y el entorno favorable de los campos palentinos hacen que la calidad de su carne y su foie estén al nivel de la mejor gastronomía clásica en materia de Foie Gras francés.